La práctica docente es una actividad compleja en la que intervienen diversos factores, muchos de ellos no pueden ser controlados por los docentes, sin embargo, hay una cuestión que es propia de cada uno, que es la actitud que se muestran al estar frente a un grupo.
El ejercicio de elegir y dibujar a la persona que considero mi mejor maestro y a aquel que no me inspiro, me permitió valorar aspectos tales como la actitud, las estrategias de enseñanza, los términos utilizados al hablar, carácter, etc. propios de cada uno de los docentes que fueron responsables de mi formación académica en diversos niveles, como consecuencia, me permitió formarme una idea del tipo de docente que deseo ser y las impresiones que quiero dejar en mis futuros alumnos, es además una motivación para continuar con mi formación inicial, y no dejar de aprender. A pesar de que no todos los docentes que he tenido en mi educación han sido de mi completo agrado, eh aprendido algo de cada uno ellos, y ese algo me está ayudando a formarme para mis incursiones en las tareas docentes.
Por tanto, está actividad no solo me dio la oportunidad de valorar a mis maestros del pasado, sino que me permitió valorarme a mi misma, analizar la situación en la que me encuentro y visualizar el camino al que me estoy dirigiendo, además de mirar la dirección que estoy tomando y el tipo de docente en el que me estoy convirtiendo.
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